viernes, 11 de noviembre de 2016

Yo te espero aquí

No entiendo cómo fue
Cómo llegué hasta aquella habitación
Caminando fui
Besando tus palabras
Mirando al suelo
No te esperaba.

Extraña la emoción
Extraña la manera de sentir dos extraños más
Comiéndose hasta el alma
Mordiendo el aire me he despertado
Y tengo que decirte
Que nunca pierdo el sueño por cualquiera
Que se quedó en mi pecho lo que hiciste
Que no debí bajar esa escalera
Solo quiero volver a verte
Y despejar las dudas que me quedan
No sé si te abracé lo suficiente
O nos ganó la prisa
Vuelve yo te espero aquí...

Aquí, aquí


La cuenta atrás se acaba, ya no quedan apenas granos de arena dentro del reloj, la rosa roja mágica le faltan muchos pétalos... como me gustaría detenerme ante ti, pero mi paciencia no es infinita.


domingo, 6 de noviembre de 2016

¿Para qué has nacido?

Hace tiempo, recuerdo un anuncio de televisión de no se qué, en el que iban apareciendo diferentes personas y nombrando a cada una para lo que habían nacido, por ejemplo, una para bailar, otra ser maestro, otra para ser jefa, otra para ayudar....o algo así, quiero recordar. El caso es que desde que lo vi, me hice la pregunta ¿yo para que he nacido?

Pienso que es ridículo, dar una única respuesta a esta pregunta. Es decir, todos y todas nacemos para ser y hacer muchas cosas en nuestras vidas y podemos desarrollarnos de manera muy sobresaliente en ellas. No hay porqué centrarse en una sola. ¿No?  Una mujer puede ser una excelente abogada y a la vez una excelente amiga o madre o compañera..que sé yo. Pero bueno, entiendo que la idea del anuncio, esa pregunta tan...trascendental, de para qué nacemos, creo que está más enfocada a un don personal. Algo especial que cada uno o una posee, un talento, eso que te caracteriza. Casi como si estuvieras predestinada a resaltar en ese aspecto. La pregunta me hizo conectar con otro interrogante que ya llevaba tiempo en mi cabeza, y es este, ¿en qué resalto yo? Nunca me he dado una respuesta. No por tener poco autoestima, sino porque nunca he bailado, nunca he tocado un instrumento, no he hecho un deporte, no he sido una alumna ejemplar... más bien he sido siempre estándar. Claro que tengo cualidades, la gente que me quiere me las recuerda y yo pues me lo he ido creyendo.

Pero pensándolo bien...hay algo que siempre he sentido que tenia dentro de mí y que era algo por lo que tenía que vivir. Algo que desde pequeña he querido y sentido que tenía que desarrollar a lo largo de mi vida. Que llegaría la situación y yo sería prácticamente perfecta para ese desempeño. Y no es otra cosa que el amor. Yo sentía que había nacido para amar, todo mi universo gira en torno al amor, toda mi razón de ser es el amor. Por eso quise dedicarme a trabajar con personas. No concebía otra forma de ganarme la vida que no fuera ayudando y mostrando mi cercanía, lo que estaba en mis manos y mi corazón para aportar mi granito de arena a este mundo. Por eso no digo un no ni tengo horarios para la gente que quiero. Por eso un día llegué a pensar que si algún día tuviera una niña la llamaría Amanda, que proviene del latín y significa 'para amar'. Por eso cuando me he enamorado lo he hecho sin barreras, a ciegas, desnudando mi alma...Pero viendo el resultado, fue erróneamente.

Y es que en este último aspecto, desgraciadamente, las experiencias te van modificando y siendo alguien que no eras. El amor romántico, los romances, los ligues, las parejas...está todo muy viciado. Así que ya ves, de pasar de sentir que era uno de mis objetivos vitales, que sería una pareja modelo, que un día llegaría esa persona especial con la que compartir cosas maravillosas, he llegado a no sentir nada, a tener un vacío, un interrogante.

El amor era una cuestión de Fe para mí, que dirían los religiosos. Yo no dudaba, lo tenía clarísimo, confiaba, creía, me proyectaba, tenía la absoluta seguridad de que eso sucedería. He sido una puñetera Ted Mosby de la vida, buscando, esperando, deseando que llegara mi persona especial. Pero el tiempo pone todo en su lugar y caí en la cuenta, la más tonta realidad y es que, puede que no suceda nunca. Tan simple, tan llano, tan real , pero así es. Por un lado es un alivio, llevaba una mochila muy pesada a mis espaldas, esperando una realidad, un futuro totalmente incierto. Por otro lado, hace poco un chico que si sigue teniendo fe, me dijo que era muy joven para haber perdido la esperanza, pero no es que la haya perdido es que me he deconstruido. Y la verdad que viendo lo visto y el percal como está... pues si, no estoy nada esperanzada, vaya que... casi al borde de la eutanasia amorosa.

Pero bueno, todo se andará....

Creo que es una buena respuesta... nacida para amar.


lunes, 17 de octubre de 2016

Música para la vida

Cuando el alma está tranquila,
cuando tu espíritu se relaja,
cuando tus sentimientos florecen en paz...

Es momento para el jazz





viernes, 18 de marzo de 2016

Soñadora o inconformista

¿Por qué es tan difícil encontrarte? ¿Acaso no existes? ¿Nunca aparecerás o sí pero una versión light? No me valen. Lo quiero a él. Un incoherente, un locosano, un extremista equilibrado, un aventurero. Alguien como yo. Imperfecto pero perfecto para mí, porque se acepta y me acepta. Alguien que de esa estabilidad emocional que solo puede darte, aquellos que son completos, que no arrastran fantasmas consigo, que su vida es genial pero contigo sera maravillosa. 

Algún día quiero llenarme a diario con tu sonrisa, con tu compañía, de besos, de caricias, miradas y abrazos. Atrévete a bailar conmigo en silencio y rodeados de gente. Atrévete a retarme a ver quien corre más, quien se acaba un helado antes, quien pone la cara mas fea o quien aguanta más cosquillas. Atrévete a saber mis temores, mis sueños, mis ilusiones, mis errores. Atrévete a no tener miedo conmigo, a hacer las maletas, a las primeras veces, a dos copas de vino, al hueco para el postre, a los atardeceres en la playa, a reírte hasta de nuestras sombras, a conversaciones hasta el amanecer, a planes improvisados. 

Acostumbrémonos a sentir la cercanía del otro, a vivir con pasión, con la energía de aquellos años que rozábamos los 15. Acostumbrémonos a las no peleas, a dialogar, a apoyarnos, a sacar lo mejor de cada uno, a escucharnos, a darnos caprichos, a tratarnos con ternura, con entrega, con confianza, con deseo. Dame la mano y andemos juntos, al unisono. Seamos dos compañeros de vida, tengamos esa relación tan intima, tan especial que aun no hemos conocido. Que la primera decisión de cada mañana sea, te elijo a ti. Nos lo merecemos porque sabes que yo soy para ti como tú eres para mí, una un loca loco que me encantas, que te encanto. 

Porque no concibo otra forma de amar que no sea está....hasta entonces o no, a seguir con la vida!


martes, 1 de marzo de 2016

Como una estrella fugaz

Tú, si tú. Ese diablito que de un día para otro me conquistó. Con poca masa, con mucha verborrea aprendida, con un espíritu de guerrero y con un corazón lastimado. Enamorado de los quejios, un sanamente loco, juguetón de pies y grabado por Schopenhauer. A mí, tu chulería, tus conquistas, no me impresionan. Te he calado amigo, eso cuéntaselo a otra. No necesitas a nadie, créeme, no necesitas que te digan el camino al que seguir. Estas confundido. Necesitas encontrarte y luego podrás caminar acompañado.

Qué bonito fue escucharte en tus ojos y leerte en tus palabras. Me diste un soplo de aire fresco, un paréntesis, un sueño en el que dejarme llevar a sabiendas que estaba soñando. Como una estrella fugaz, intensa, parpadeante, pero corta. Y así debía ser, porque el encanto no sucedió. Y aunque cupido perdió dos flechas, nosotros ganamos la partida.



lunes, 29 de febrero de 2016

Sueños rotos

Toma impulso y no mires atrás, tú puedes hacerlo, nada es imposible, haz aquello que desees y se hará realidad...Estas son algunas de las frases que nos han bombardeado durante años, frases marcadas por la positividad. Esa corriente happy flowers, en la que debes creer a ciegas y someter toda tu vida a ella, como cualquier dogmatismo espiritual. Que si no asumes, esta visión de arco iris en tu vida, estas perdida, eres un fracaso, una alma en pena, un triste día gris sin lluvia, una desangelada paria social que va de aquí para allá, sin un rumbo fijo, sin una sonrisa perenne en la cara, un saco de mierda invisible e invisibilizado.

Esclavos de la felicidad continúa, de la lucha por tus sueños, del nunca te rindas. Esclavos de una filosofía de vida que no tiene cabida la debilidad, la flaqueza, la miseria humana, la tristeza, la soledad, el fracaso, la desgana, la desilusión, la depresión, la cobardía, la indecisión, él no me levanto de la cama en días, el lloro a escondidas, el tengo el corazón roto, el alma perdida, el escribo para desahogarme porque no me puedo pagar un psicólogo...¿Qué hacer con todo esto? ¿Qué hace la gente?

Está bien ser positivo, está bien que se tenga recursos para seguir adelante, es la parte positiva del ser humano que todo el mundo le gusta o quiere enseñar y en el mundo tecnológico aún más. Todo es apariencia, todo es buena onda, es lo políticamente correcto, lo único que se puede mostrar de cara al mundo, a la sociedad, a los que te rodean...las miserias para la casa. Poner buena cara a todo y a todos. Pero ¿qué pasa con esa otra faceta? Las personas también somos eso, somos oscuras, no todo es luz. No está bonito mostrarlo, por qué, si es parte de nosotros, somos mierda a veces y qué.


            

martes, 19 de enero de 2016

Esos locos altitos

Aquellos que una vez fueron unos locos bajitos, esos a los que si mirabas se te caía la baba, con su chispa natural que los caracteriza por su corta edad. Sí, son locos porque nacen sin filtros, vírgenes e inocentes, personitas que están libres de vicios mentales y actúan como debe ser, sin normas, sin prejuicios, sin maldad, sólo por lo que quieren, por lo que les apetece, porque para eso son niños.

Pero esos niños crecen, y cuando crecen la ingenuidad desaparece, la originalidad se escapa, la pulsividad pasa a ser controlada. y no, no es malo, al contrario, sucede así porque nos relacionamos, nos necesitamos los unos a los otros, y por ello, necesitamos normas emocionales.

Cuando un niño crece y aprende normas emocionales, como la empatía, el saber escuchar, el saber dialogar, el respeto, el saber decir no  y el saber decir si, entre muchas otras. Lo que sucede es que se convierten en un señor o una señora. Pero qué pasa cuando esos niños no las aprenden, no echan cuentan, pasan, se las suda...pues que crecen, sus cuerpos se alargan, sus cabellos se multiplican, sus mentes se llenan de ideas...pero ocurre algo contradictorio, a ellos también les desaparece la ingenuidad, la originalidad y la pulsividad. Entonces, ¿Qué pasa? Pues que ellos saben, conocen que existen las herramientas emocionales, pero no saben usarlas, están perdidos...con lo que su forma de actuar pasa a ser impulsiva, sin miramientos, sin reflexión, se vuelven locos....con lo que se convierten en esos locos altitos.