viernes, 18 de marzo de 2016

Soñadora o inconformista

¿Por qué es tan difícil encontrarte? ¿Acaso no existes? ¿Nunca aparecerás o sí pero una versión light? No me valen. Lo quiero a él. Un incoherente, un locosano, un extremista equilibrado, un aventurero. Alguien como yo. Imperfecto pero perfecto para mí, porque se acepta y me acepta. Alguien que de esa estabilidad emocional que solo puede darte, aquellos que son completos, que no arrastran fantasmas consigo, que su vida es genial pero contigo sera maravillosa. 

Algún día quiero llenarme a diario con tu sonrisa, con tu compañía, de besos, de caricias, miradas y abrazos. Atrévete a bailar conmigo en silencio y rodeados de gente. Atrévete a retarme a ver quien corre más, quien se acaba un helado antes, quien pone la cara mas fea o quien aguanta más cosquillas. Atrévete a saber mis temores, mis sueños, mis ilusiones, mis errores. Atrévete a no tener miedo conmigo, a hacer las maletas, a las primeras veces, a dos copas de vino, al hueco para el postre, a los atardeceres en la playa, a reírte hasta de nuestras sombras, a conversaciones hasta el amanecer, a planes improvisados. 

Acostumbrémonos a sentir la cercanía del otro, a vivir con pasión, con la energía de aquellos años que rozábamos los 15. Acostumbrémonos a las no peleas, a dialogar, a apoyarnos, a sacar lo mejor de cada uno, a escucharnos, a darnos caprichos, a tratarnos con ternura, con entrega, con confianza, con deseo. Dame la mano y andemos juntos, al unisono. Seamos dos compañeros de vida, tengamos esa relación tan intima, tan especial que aun no hemos conocido. Que la primera decisión de cada mañana sea, te elijo a ti. Nos lo merecemos porque sabes que yo soy para ti como tú eres para mí, una un loca loco que me encantas, que te encanto. 

Porque no concibo otra forma de amar que no sea está....hasta entonces o no, a seguir con la vida!


martes, 1 de marzo de 2016

Como una estrella fugaz

Tú, si tú. Ese diablito que de un día para otro me conquistó. Con poca masa, con mucha verborrea aprendida, con un espíritu de guerrero y con un corazón lastimado. Enamorado de los quejios, un sanamente loco, juguetón de pies y grabado por Schopenhauer. A mí, tu chulería, tus conquistas, no me impresionan. Te he calado amigo, eso cuéntaselo a otra. No necesitas a nadie, créeme, no necesitas que te digan el camino al que seguir. Estas confundido. Necesitas encontrarte y luego podrás caminar acompañado.

Qué bonito fue escucharte en tus ojos y leerte en tus palabras. Me diste un soplo de aire fresco, un paréntesis, un sueño en el que dejarme llevar a sabiendas que estaba soñando. Como una estrella fugaz, intensa, parpadeante, pero corta. Y así debía ser, porque el encanto no sucedió. Y aunque cupido perdió dos flechas, nosotros ganamos la partida.